viernes, 7 de abril de 2023

Esoterismo y roles de género



Masonería y roles de genero. 

(Escribí  ésta entrada hace unos años y revisando comentarios antiguos he querido volver a publicarla, si bien he hecho algunos comentarios adicionales y eliminado algunos párrafos)

Hablar de sociedades iniciaticas o secretas en occidente,  es pensar en sociedades como la masonería, de tradición masculina;  aunque en la actualidad la mujer se este incorporando a ella con bastante normalidad.

Lo que no se puede negar, es que el mundo se ha dividido entre un bloque femenino y otro masculino, ambos separados y cada vez más enfrentados en occidente,  aunque son una unidad necesaria para la supervivencia no solo de la especie sino de la estructura social.

Como éste texto se expresa en un lenguaje para personas interesadas en el esoterismo, es necesario aclarar que lo correcto desde mi punto de vista, cuando se usa el termino masculino o femenino,  en términos de Tradición, no se hace referencia al hombre o a la mujer.
Si no a aspectos de la Creación, a elementos activos de la misma.
El elemento masculino es generador y activo porque es quien propicia o inicia la acción y el femenino quien recibe el impulso generador,  lo gesta y desarrolla y desarrolla hasta que se convierte en algo creado.

¿Por qué en términos tradicionales es un error identificar lo masculino y lo femenino con el genero humano?
Porque probablemente, esa identificación sea una analogía que se establece de forma espontanea y natural, pero como dice el aforismo hermético; "lo que es arriba es como lo que  abajo" y el ser humano y su naturaleza sexual, solo está presente en nuestro planeta y si bien la metáfora es lógica, nos lleva a considerar relevante el dedo que nos señala la dirección y no la dirección misma.

Desde un punto de vista esotérico y tradicional, lo masculino y lo femenino, son principios que hacen referencia a dos tipos de energías activas y si bien es cierto que al femenino se le considera principio pasivo, lo es en cuanto que no inicia su actividad hasta que la energía activa masculina pone en marcha la energía generadora.
El deseo llevado a la voluntad manifestada, sería la energía masculina y la recepción de la voluntad manifestada y su gestación y cumplimiento,  la energía femenina.
Por eso en muchas ocasiones, leemos debates en los que se pierde el tiempo diciendo si Dios es hombre o mujer y es que, la pérdida en occidente de una Tradición mística correcta y coherente, la ausencia de una escuela espiritual ligada a los principios tradicionales, está creando discursos que generan confusión y error.
En occidente, la única escuela espiritual que posee todavía una enseñanza mística correcta en términos de tradición, está aún en el cristianismo; la pregunta sería ¿Hasta cuando? 
También el Islam y el Judaismo mantienen una enseñanza mística válida en términos de tradición.

Partiendo de éstas premisas que entiendo relevantes, paso al tema principal. 



Si bien en las sociedades monoteístas la mujer ha estado marginada;  incluso en un estado de  marginación,  la mujer independiente supo crear sus espacios propios.

En la Europa cristiana, la mujer que no quería pasar de la tutela del padre a la tutela del marido,  optaba por la vía religiosa y entraba en los conventos, de modo que en ellos confluían mujeres con caracter independiente. 
Tenemos en Teresa de Avila  un ejemplo claro de mujer inquieta y emprendedora,  aunque podríamos añadir a la lista a otras monjas que alcanzaron notoriedad como Beatriz de Silva y MenesesSor Juana Inés de la Cruz y un largo etcétera formado por mujeres que hacen de la devoción religiosa una forma de auto liberación y capacidad de obrar de forma libre.
Los conventos se constituyeron en sociedades femeninas que se permitían  vivir al margen de la sociedad masculina.

En este caso son sociedades femeninas no iniciaticas ni secretas, pero en cualquier caso son sociedades femeninas de carácter religioso cristiano  y aunque algunas de ellas, tuvieron acceso a personajes de relieve político, no tuvieron la trascendencia suficiente y no por falta  de méritos.
La mujer en cualquier caso, no solo en Europa sino en el resto del mundo,  salvo excepciones, ha estado sometida al poder y tutela masculina, aunque esa situación fue aceptada por ella como una forma normal y aceptable de estar en el mundo, podemos ver que en la actualidad, el rol de la mujer en los países islámicos, desde la óptica europea occidental,  hace que consideremos la situación de la mujer como indigna, y sin embargo la mujer de un país musulmán, puede estar aceptando de buen grado ese rol.

 La aceptación en el caso de la mujer musulmana, tiene que ver con la identificación de un modelo de cultura, y no es difícil ver en nuestro país a mujeres musulmanas que visten vaqueros ceñidos y llevan pañuelo cubriéndose el cabello, porque se produce una identificación con un modelo cultural que consideran válido, están supeditadas al hombre pero no están en el mismo proceso de independización del hombre que la mujer de cultura occidental.

Y en el caso de las mujeres religiosas, como las citadas, podemos considerarlas como las pioneras en ese movimiento de independización del poder masculino.

Aunque en nuestro país sean los Conventos en donde la mujer culta e independiente se ve obligada a ir y allí confluir con otras de similar carácter, en otras partes del mundo y como una forma también de crear espacios de libertad propios,  la mujer se ha organizado en sociedades secretas, diferenciadas de las masculinas por la realidad social tan diferente que ellas tenían que vivir.

Como dice Mircea Eliade en el libro Iniciaciones Místicas:
"...Y por supuesto la organización en sociedades secretas, confiere a las mujeres un prestigio mágico-religioso que les permitirá salir del estado de abyecta sumisión a sus maridos, gozando así de cierta libertad..."

Que la mujer busque espacios propios en donde sentirse libres y hablar de ellas como colectivo, parece lógico en sociedades en donde la sumisión al hombre es una imposición cultural y legal.
También y es lo más interesante, es cuando la mujer con inquietud cultural y política busca un lugar de confluencia en donde poder realizar sus aspiraciones personales, esto es similar al impulso que generó la masonería modena, un lugar de confluencia de hombres que buscaban una vía universal de trascendencia tanto en lo moral como en lo social, un modelo que podríamos denominar como del "hombre universal".

Y en este caso, si incluso para el hombre,  las sociedades secretas, iniciaticas, etc,  significaron rincones de libertad necesaria, también la mujer con inquietud buscó esos espacios. 
Y si en occidente la mujer no podía formar parte de las sociedades como la masonica, si fueron importantes en durante la Ilustración como mecenas, la  forma en la que la mujer burguesa, aristócrata e ilustrada contribuyó a la Ilustración, ha sido poco elogiada.

La existencia de sociedades secretas e iniciaticas femeninas no son algo nuevo en el tiempo, pero este tipo de sociedades iniciaticas y reservadas, no pueden crecer y desarrollarse abiertamente y eso es un obstáculo para su expansión, pero no por ello han dejado de existir, aunque por esa característica de sociedad reservada, crece en el seno de grupos sociales reducidos y concretos, sobre todo el pasado cuando no existían nuestras actuales Redes Sociales cibernéticas.

En el caso del cristianismo y de  las comunidades femeninas religiosas conventuales, el numero de mujeres ha sido grande, en mi modesta opinión por dos motivos:
Por el hecho religioso, que forma parte de la estructura social aceptada.
Y porque el cristianismo no es una sociedad iniciatica,  aunque contenga de forma exotérica en la narración de su doctrina  la misma enseñanza  iniciatica que podríamos encontrar en cualquier sociedad de ese tipo.




EL HECHO ESPECIFICO

Me imagino al hombre del pasado sorprendido y maravillado por el Misterio de la Maternidad,  de la fecundidad, de la fácil asimilación simbólica de la mujer con la Tierra, con los ritos y ciclos agrarios.

La fecundidad no solo constituye uno de los elementos simbólicos del hecho diferencial femenino, el cuidado de la familia, la atención a lo domestico, etc. crean una realidad femenina diferente del hombre,  cazador, guerrero, y protector de la integridad de la familia, mientras que la función de la mujer en cuanto al rol de protección, no iba más y no es poco, a cuidar a los individuos de la familia en sus necesidades especificas de cada uno.

Las iniciaciones femeninas de paso a la edad adulta, tenían en la antigüedad y aun hoy en algunos lugares como en África,  una relación directa con las labores agrícolas y el tejido de las prendas de vestir.
Imagino que el rol de hombre cazador, que se aleja del entorno domestico dejando a la mujer al cuidado del cultivo de los campos, une simbólicamente a dos elementos simbólicos unidos a la idea de fecundidad y a la magia, la Tierra y el cuerpo femenino.
La magia, aún hoy y podemos verlo en buscando en canales de youtube, en los que se ofrecen formulas mágicas,encantamientos y demás, un tema en el que la mujer se ve interesada de forma espontanea y natural, porque la mujer y la tierra tienen una relación similar y la magia es la forma de interactuación con la naturaleza.
Las brujas del pasado,  reunidas en un Coven o comunidad de brujas, debió de ser otro tipo de comunidades de mujeres buscando su espacio como género.


Cuando el hombre descubrió su función en el proceso reproductivo, la mujer perdió poder sobre él, y la magia tuvo que empezar a competir con las divinidades solares, masculinas y opuestas a la magia.

Si bien desde un punto de vista esotérico, la monja cristiana forma parte de una tradición solar; la bruja lo es de una tradición lunar. 

Desde un punto de vista esotérico,  el obstáculo para la integración de hombres y mujeres en un mismo sistema iniciatico, estaría en esa división entre los elementos solares y lunares. 
 Mágia y Sol Invictus se transforman en practicas y conceptos diferenciadores y opuestos, en una barrera que impide la unificación de ambos sexos en un mismo sistema iniciatico.
De hecho podríamos interpretar en las "cazas de brujas", una escenificación de este conflicto, en el que las mujeres crean una sociedad femenina reducida, entorno a su sexualidad y a su hecho diferenciador que desemboca en la magia, como un camino que conduce inevitablemente al encuentro con el  arquetipo que la mujer representa y que está escrito en el inconsciente colectivo de su genero.




LA CAÍDA DE LOS ROLES
Este modelo de sociedad en la que la mujer tiene roles muy específicos y los hombres también los suyos propios, y que se mantienen separados,  se están desplomando sobre todo tras las dos últimas guerras mundiales, pero el esfuerzo de la mujer por reivindicar un lugar en la historia y en la sociedad es más antiguo.
En África, donde las creencias animistas y mágicas aun hoy cuentan con una gran presencia, la mujer ha tenido siempre un lugar importante y la iniciación de la mujer en los Misterios de su sexo es imprescindible para contraer matrimonio en algunos lugares.
El Misterio de la fecundidad y la magia están muy relacionados, y el miedo a la magia es combatido con el destierro de lo femenino, de la sexualidad, el miedo a la magia se traducirá en el miedo a la mujer, que se la relaciona con los fenómenos misteriosos de los que hay que defenderse reprimiéndolos y al reprimir la magia se reprime a la mujer y esa represión, el olvido de la cuestión mágica dejó un recelo atávico de la mujer 




En las sociedades iniciaticas masculinas y solares, conservan la idea de muerte y renacimiento y en el caso del cristianismo, es la Gracia de Dios la que hace posible adquirir y conservar el fuego divino y regenerador, no la magia.
La mujer y su sexualidad están en el cristianismo limitadas, porque la sexualidad está en intima relación con la magia unida a los principios fecundos de la tierra; así, magia, naturaleza y mujer se asocian torpemente en una metáfora comprensible para gentes de un pasado remoto, en el que la objetivización no resultaba posible. 
No se puede reprochar el dominio del pensamiento mágico en las gentes del pasado, cuando aún en la actualidad,  lo vemos en los partidarios de los distintos partidos políticos e ideologías. 



Ahora bien. ¿Qué vamos a hacer en la actualidad, cuando los roles tradicionales están cayendo?
El hombre ya no tiene nada que cazar para satisfacer de alimento a la familia, no ha de defender en constantes conflictos armados ni a su familia, ni a su tribu, ni a su Rey.
Por otro lado, la mujer y el hombre están compartiendo  roles, están emergiendo formas de sexualidad que siempre han existido, como la homosexualidad,  que pierden su estigma negativo.
Esta emergiendo una sociedad nueva con una mentalidad nueva, en donde los roles tradicionales están siendo superados.
Lo domestico ya no es exclusivo de la mujer, ni el cuidado de los hijos.
La cultura agraria se pierde y ha sido la sociedad industrial la que ha  generado un gran cambio ideológico.

Ahora que esa sociedad industrial está en crisis lo que nos vendrá es un misterio todavía, pero intuyo que una gran transformación de paradigmas y que no vendrá de la noche a la mañana, pero que de seguro destruirá los viejos esquemas.

Y entonces en lo iniciatico...




A PARTIR DE LA ILUSTRACIÓN

Las naturalezas iniciaticas de los hombres y de las mujeres, en mi opinión, como he escrito arriba, diferentes por los motivos que he expuesto, el problema que encuentro,  es si el mantener esa separación no generará un anacrónismo insuperable  que convierta lo iniciatico,  en una forma arcaica de construcción personal.
La iniciación tiene en todas sus modalidades, un elemento común, es útil para que el individuo acceda a una información imprescindible para asumir los roles sociales y misterico-religiosos de su sociedad.
Y si estos roles cambian y cambia también el modo en que se afrontan los misterios religiosos. ¿No se hace incomprensible un sistema iniciatico tradicional fundamentado en la consideración de la diferencia de roles?

Y sin embargo yo mismo soy defensor de la separación de sexos en la masonería;  de la que he formado parte mucho tiempo;   no tanto porque crea que los roles tradicionales están vigentes, sino porque mis experiencias personales me llevan a la conclusión de que el método iniciatico y su función en el psiquismo de las personas,  funciona mejor con la armonización del pensamiento en un mismo nivel de consciencia, y que esa consciencia está supeditada a un carácter forjado durante siglos, diferenciado y que busca la unificación pero que mantiene un nivel de diferencia que desarmoniza el método cuando lo masculino y lo femenino se unen.
Creo necesaria la búsqueda de la armonización de géneros, pero no forzándola. 
Dejando que la misma evolución acabe conduciendo a la total integración, si es que esta integración se viene a producir finalmente.

En Europa, posiblemente la sociedad iniciatica  mejor pensada,  haya sido la masonería a partir del siglo XVIII.
Apelando a la tradición, pero también a un modelo social en el que la mujer no estaba emancipada, la masonería es en ese momento totalmente masculina, pero la mujer se convierte en el continente un elemento activo como hemos visto antes, siendo las mujeres aristocráticas y burguesas las que crean espacios seguros para el debate científico y filosófico en libertad.
Se ha producido un cambio cualitativo importante, la mujer independiente y con inquietud intelectual ya no tiene el convento como único recurso para su propia realización como persona, con independencia del sexo masculino.
La masonería responde a esto con la masonería de adopción. De modo que en el siglo XVIII ya hay mujeres en la masonería, pero para eludir la norma de las Constituciones de 1723, en donde se limita la pertenencia a los hombres, las Obediencias crean una especie de paramasonería, tutelada por la masonería masculina.

Tenemos que preguntarnos si el método iniciatico está aun vigente. ¿Nos ayuda comprendernos a nosotros mismos y la función que desarrollamos en relación con nuestro entorno?
Pues en síntesis, todos los sistemas iniciáticos pretenden facilitar el acceso a esa información, de índole practica y trascendente.
Porque los misterios  tienen  que ver con un misterio menor, el autoconocimiento; y un misterio mayor, el conocimiento de lo que somos en relación con nuestro entorno cercano y universal, aunque sería demasiado largo entrar en estos temas.

¿Esto no significa que tenemos  la necesidad de superar los viejos roles y de contemplar la nueva realidad que emerge? 

Las preguntas de siempre siguen vigentes:
¿Yo quien soy?
¿Yo que soy?
¿Donde estoy?
¿Qué sentido tiene?
¿Qué relación existe entre lo que soy y quien soy en relación con todo lo demás?
Preguntas que tanto hombres como mujeres están capacitados para hacerse y darse respuesta.

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