domingo, 16 de abril de 2023

Incubo; el liberador.






    Me gustó ésta obra de Carlos Palma Cruchaga 

Según la creencia popular, el íncubo es un demonio que con aspecto humano tiene relaciones con una mujer durante el sueño; también está el súcubo es un demonio que con forma de mujer, tiene relaciones sexuales con un hombre durante el sueño.

Para variar, he traído al blog a un autor contemporáneo, y clicando en éste enlace podréis ir a su cuenta de Instagram. 

Es un artista que crea ambientes de fantasía; de seres épicos y misteriosos en ambientes de penumbra y que se podría decir, que son obras que emergen del inconsciente para convertirse en arquetipos manifestados.
Evocan los personajes de escritores como  Michael Ende;   Tolkien o C.S. Lewis e incluso los personajes de los cuadros del  Bosco.



Éste dibujo me ha gustado especialmente, porque el ambiente es muy onírico;  todo él tiene un color que lo homogeiniza, como el tono difuso que percibimos en los sueños. en los que nada está definido.

El incubo no tiene forma humana sino de macho cabrío, de ese modo,  lo relacionamos directamente con  la imagen que tenemos todos en mente como icono del demonio.

El demonio tiene un color que  se confunde con el color  de la misma tierra y como emergiendo de ella; la bestia mece los cabellos de la muchacha y ambos tienen una expresión relajada y de satisfacción.

Disfrutar de un sueño erótico pudo haber creado en el pasado algún sentimiento de culpa y para eso, ¿Qué mejor que culpar a un demonio de los sueños húmedos?

El sueño erótico puede significar varias cosas, desde una sexualidad que no se vive satisfactoriamente en el mundo lúcido.
En el sueño podemos incluir a personas desconocidas o conocidas; un cuñado; el vendedor de la ONCE que trabaja en un semáforo cercano;  el jefe de la empresa en la que se trabaja; el butanero, que es un clásico …
Muchas veces el objetivo del sueño,  es la liberación de la ansiedad que soportamos en el diario vivir.


La psicología le da un sentido y las creencias espiritualistas otro más misterioso y  que nos introduce en las criaturas de la noche, los visitantes de alcoba.
Los creyentes en las Artes Oscuras, relacionan éstas visitas con entidades espirituales que vienen a satisfacer su deseo de energía vital, generando en la persona que duerme deseo sexual; que es considerada como una energía emocional de gran fuerza; el ser humano sería la percha de un parasito energético; ¿No os recuerda la película de Disney de Monstruos SA?

En el cine hay una película muy recomendable acerca de una muchacha y de un incubo; historia recuerda el cuento de la caperucita roja y el lobo y es que, de lobos va el asunto. 
Me refiero a la película En compañía de lobos.  



La muchacha encuentra a un personaje en el bosque y se deja seducir por él; la clave para entender la película está en el inicio, se trata de un sueño; no desvelo nada de la película ya que se hace evidente al empezar.
El incubo o el súcubo,  hacen un comercio con el deseo oculto o  reprimido de su victima y su hambre de energía potente.

El sueño erótico no busca el placer, sino la sanación emocional; cuando alguien, por ejemplo, sueña sexualmente con su jefe del trabajo, no está manifestando una fantasía con alguien a quien ama, sino disminuyendo su poder y elevándote sobre él, dispuesto a competir con él si fuera preciso para mejorar en la empresa. 
Cuando tienes sexo con alguien, la relación se hace menos vertical.
El sexo así como la risa, son  recursos para erosionar la opresión, descomponer lo que nos hiere o angustia 
La sexualidad,  es la primera victima de cualquier doctrina que intente controla los efectos de la naturaleza sobre las personas y es también, la mejor forma de perversión de las pautas represoras, ya sean de naturaleza religiosa o política.

El concepto religioso de pecado, está relacionado con la naturaleza y las acciones que nos conectan con ella; en nuestra sociedad de base judeocristiana, el objetivo de la existencia es la trascendencia y la preparación para después de la muerte y por lo tanto, la naturaleza y sus efectos en las personas distraen de ese objetivo; esto acabó llevando al extremo de castigar el cuerpo como una forma de purificación.

Como dijo Carl Jung:  
"El instinto erótico pertenece a la naturaleza original del hombre; está relacionado con la más alta forma de espíritu." 


 



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