Ideal masónico

 

masonería 


Las ideas pertenecen al mundo de la psique, del pensamiento.
Cuando abandonan ese ámbito se convierten en instrumentos de poder, las ideas se transforman en razones para construir realidades físicas.

La masonería europea y por extensión, toda la de la América no anglosajona, procede de la masonería moderna que se constituyó en 1717, y en sus primeras constituciones,  manifiesta su deseo de ser un centro de unión de personas,  promoviendo una sociedad en la que en lo religioso y también por extensión podríamos incluir a lo ideológico en general, se rija por normas que puedan ser aceptadas por todos:

"...hoy se ha creído más oportuno, no imponerle otra religión que aquella en que todos los hombres están de acuerdo, y dejarles completa libertad respecto a sus opiniones personales..." (1)


Este fragmento del artículo I de las Constituciones,  establece una base sobre la que construir una sociedad sin conflicto entre las distintas formas de entender la convivencia.
Y esto tiene mucho que ver con el problema de la exteriorización de las ideas, desde el mundo de la psique al mundo real, y los conflictos que eso ocasiona.

La  en ocasiones cansina por obsesiva, reivindicación de la laicidad por parte de la masonería liberal, tiene que ver con esta característica de la masonería, que intenta superar las causas de los conflictos a través de neutralidad en el espacio físico.

Un critica superficial y prejuiciosa de los críticos con la masonería, suele considerar que este párrafo de arriba, hace alusión a la masonería como religión, y al concepto "Gran Arquitecto del Universo", como a un Dios propio de la masonería.
Eso no es así, pues si fuera de este modo, como bien dice el párrafo citado, no se podrían respetar las opiniones personales de cada uno.
La masonería en sus primeras constituciones, es muy clara al querer establecer claramente una neutralidad ideológica; política o religiosa, que evite los conflictos.
Y prohibirá las discusiones de política y de religión en las tenidas.

La masonería en su aspecto inciatico,  exhorta al masón a  que busca su propia trascendencia personal, que se eleve en todos los ámbitos de su existencia,  intelectual, espiritual, laboral...
Al interesarse la masonería por el individuo; por extensión lo hace también por la humanidad en su conjunto,  la masonería es una gnosis, pero no un gnosticismo como el de los primeros siglos. (2)
La idea de que es posible acceder a un conocimiento superior, velado por las estructuras creenciales, religiosas y políticas,  es una idea que nos conduce a una gnosis, pero contemporánea.
Por supuesto no  me refiero al popular gnosticismo desarrollado por  Samuel Aun  Weor,  que debiera considerarse más como una doctrina personal inspirada en una visión personal de la gnosis.
La Gnosis no puede ser nunca una doctrina, es más bien un paradigma, una idea en relación con la existencia de un conocimiento superior, elevado, que va más allá de lo aparente.
 A diferencia de los gnósticos de la antigüedad,  la masonería no desarrolla un sentimiento de superioridad intelectual en relación con el resto de la sociedad, sino que en su sistema iniciatico, invita al masón a buscar ese conocimiento  velado que podemos considerar tradicional.

Y es que lo que conforma eso que se viene a llamar como "La Tradición",  no es una información concreta, guardada en secreto por la Orden masonica, sino el paradigma gnóstico.
Del mismo modo, lo iniciatico-mistico, estaría en relación con el desarrollo de ese acceso a la gnosis a los largo de los siglos y en sus diversas formas.

Los gnósticos de la antigüedad desarrollaron una doctrina dualista,  la masonería no desarrolla doctrina propia, su forma de acceder a la gnosis es abierta e integradora.
Una de las causas por las que algunas instituciones religiosas; como la Iglesia Católica Romana y otras,  se oponen a la masonería, es precisamente este aspecto gnóstico, que invita a ir más allá de las doctrinas formales y que acaba por considerar que el concepto "salvación", es algo que se alcanza individualmente.
Esta idea de que la salvación es individual y de libre acceso para quien la busque y encuentre, hace que las instituciones religiosas no sean tan relevantes, y sus doctrinas sean medios de acceso a un estado espiritual  adecuado.
La mística  es el aspecto iniciatico de la religión,  desvela el sentido esotérico de la doctrina que esa religión desarrolla.

El acceso a la gnosis a través de la vía mística es interesante, pero no es el tema de esta entrada del blog, aunque  importa reseñar ese aspecto gnostico de la masonería como sociedad iniciatica, pues si se trata de reflexionar acerca de la exteriorización de las ideas y de lo que implica traerlas al mundo físico, se puede comprender, que si las doctrinas exotericas son aspectos parciales de una verdad trascendente superior y aun velada, ninguna de ellas tiene derecho  primar sobre las otras, por lo que la creación de un espacio neutral se hace imprescindible.

Las ideas  nacen y se desarrollan en el mundo de la mente, se manifiestan desde ese mundo y se comparten desde allí y evolucionan; ahora bien, cuando hablamos de ideas hablamos de personas, las ideas nacen en las mentes de las personas, normalmente como producto de ideas previas,  esas personas se relacionan con otras y comparten sus ideas y estas van evolucionando sin salir del ámbito de la mente.

Se puede llegar a crear una idea colectiva, compartida por muchas personas, y cuantas más personas comparten esa idea, más cercano está el momento en el que esa idea se querrá materializar en el mundo físico.
Transformarlo, regirlo.

De ahí que la masonería; moderna, se  mostrara en su origen partidaria de la neutralidad ideológica en relación con la convivencia entre las personas, neutralidad en el espacio físico y  no en relación con las ideas.
Cada persona puede desarrollar libremente su propio pensamiento y creencias personales.

El problema que tenemos en relación con las ideas y el espacio físico, es que las ideas son expansivas, buscan la seducción a través del argumento, y cuando se exteriorizan cuando cruzan la frontera del psiquismo y se instalan en el mundo real, se transforman en instrumentos para controlar ese espacio físico tomando el poder y el control de ese espacio.
No porque las ideas sean la causa de los conflictos, sino porque el ser humano anhela el poder, le gusta el poder.

Pongamos el ejemplo de algo polémico, el aborto.
Un tema delicado y difícil de afrontar,  porque entran en conflicto cuestiones como las doctrinas religiosas o espirituales , el concepto que tenemos de la existencia, la idea que tenemos del ser humano, los limites de la libertad de consciencia...
Es un conflicto en el que claramente, los partidarios de establecer el  aborto como un derecho y aquellos que se oponen, quieren establecer una norma que afecta al espacio físico en el que todos los individuos conviven.
Lo que es lo mismo, imponer su criterio al resto.

Ocurriría  lo mismo en una teocracia,  en donde el individuo que no quisiera comportarse públicamente como adepto de la religión oficial, sería castigado por el poder político que sería a la vez religioso.
No tenemos que irnos muy lejos para buscar ejemplos, aunque la mente se nos vaya a países como Irán.
España fue durante siglos una teocracia, en donde el catolicismo romano era el oficial y no se permitían expresiones publicas de cualquier otra creencia,  algo que perduró incluso durante el periodo de la dictadura franquista,; aunque ya obviamente con menor intensidad que en el pasado.
Recordemos que el último ajusticiado por la Inquisición, lo fue en el siglo XIX,  Cayetano Ripoll. (3)

También ocurriría lo mismo en un país en donde una ideología política como el fascismo o el comunismo; ahí están en la historia la Italia de MussolinI o la Alemania nazi, o los países del socialismo real  durante la Guerra Fría.

El problema de determinar que cosas son licitas o no, dentro de un espacio físico en el que vivimos y desarrollamos nuestras vidas,  el territorio en que nos hemos de desarrollar en todos los aspectos, va más allá de si "esto" o "aquello" son cosas aceptables o no, pues entran en juego cuestiones como la libertad de consciencia, que implica el derecho a tomar las decisiones personales en todo aquello que nos afecte personalmente.

Por eso; supongo, incluso cuando un gobierno de una nación, ha querido hacerle la guerra a otra nación,  ha buscado justificar su deseo de guerra con argumentos emocionales,  que afecten al mayor espectro ideológico posible de la gente que viva en ese país.
El problema que generan las ideas cuando se importan al mundo físico, es que son usadas para obtener poder, y así los antitaurinos; por ejemplo,  buscan la prohibición de las corridas de toros, los antiabortistas la prohibición del aborto, etc.
Y con esto de impide que cada uno obre en consciencia.

De modo que los valores más relevantes que la masonería moderna proclama, es el de la tolerancia, pues sin tolerancia no es posible obrar según la consciencia de cada uno.

No permitir que cada cual obre en consciencia, es impedir que se haga responsable de sus actos.
 La masonería moderna, cuando establece que no se puede imponer otra religión que aquella en la que todos los hombres puedan estar de acuerdo, lo que hace es reivindicar la neutralidad en el espacio físico común en el que todos hemos de desarrollar nuestras vidas.

 Las ideas fuera del mundo de la mente, se transforman en ideologías y estas, en instrumentos para la toma del poder y control por parte de unos pocos, del territorio común de todos.
 No es pues que la masonería proponga relativizarlo todo, ni dejar al ser humano sumergido en la duda constante, pues quien duda de todo, no puede creer en nada y sin esa fe, no hay construcción.
Y la masonería busca construir un ser humano y una sociedad, en la que el conflicto de las ideas se supere y a la vez, respeta las ideas individuales.

¿Pero de qué sirve una idea individual si la sociedad le prohíbe a esa persona ponerla en práctica sobre sí mismo?




Vicente Rocamora M.https://plus.google.com/112501837190772942246noreply@blogger.com0 tag:blogger.com,1999:blog-4385947754399815741.post-8402402251647464562014-09-02T13:02:00.000-07:002014-09-02T13:51:18.541-07:00 La actual crisis religioso espiritual




Traigo este artículo de la Web Ortodoxia Digital. Podéis leerlo clicando en el enlace.


Se me ocurre comentarlo en mi blog, porque es un terreno neutral y tampoco busco entrar en discusiones.

El tema es en los últimos tiempos recurrente y da que halar en todas las denominaciones cristianas, la palabra "crisis" está en el debate de todas las denominaciones religiosas.
Tiene razón al considerar que la crisis religiosa se debe a que las seguridades religiosas que se ha creído hasta ahora, están en discusión, son contestadas tanto desde la sociedad secular como de sectores propios de la religiosidad.

Este tipo de crisis en donde las personas ponen en tela de juicio lo que se ha creído cierto no es algo nuevo, desde los orígenes del cristianismo han surgido y considerados como herejías fueron combatidas, aunque el debate teológico siempre ha existido,  unas veces se canaliza y acaba provocando Concilios y en otros casos represión.

Pero hay algunos comentarios de este representante de la Ortodoxia para España y Portugal, que me resultan de interés para comentar:

"...Por "crisis religiosa" entendemos una situación en la cual las seguridades religiosas, creídas hasta hace poco, se han puesto en discusión, y aún más, negadas. Este fenómeno, tiene incluso su aspecto positivo, porque ayuda, en cierto modo, a actualizar y poner en evidencia la práctica de la fe. Sin embargo, en la mayoría de los casos se acaba por corromper e impedir aquella fe que se quiere purificar y volver más evangélica..."

Como escribió Jaime Balm