sábado, 13 de enero de 2024

sueños

 De mi libro de sueños, constato que hay patrones o figuras simbólicas que hacen alusión a una circunstancia concreta.



Sabemos  que el  lenguaje de la mente durante el sueño es simbólico; también suele serlo la forma en la que las energías-consnciencia o espiritus, se comunican con los canalizadores; imágenes que evocan algo y que ha de ser interpretadas por la persona que recibe el mensaje y en el caso del sueño, ha de ser el soñador quien sepa desencriptar el mensaje.

Tener un libro de sueños es algo recomendable, claro que para eso es necesario poder recordarlos y la mejor forma es que al despertar no haya nada que afecte al recuerdo en el primer contacto con la vigilia.

Los simbolos, como los arquetipos tal y como explicó Jung, son universales y  también los hay locales o personales, pero en principio son de caracter universal,  todo lo universal que permita la comprensión por el mayor tipo de personas y en ese sentido, la cultura común tiene mucho que ver.

En mi caso, en  los momentos en los que algún problema me afecta lo suficiente, suelen aparecer felinos como el león o el tigre o el leopardo,  simbolizando la presencia de ese problema. 

Al ver el animal en el sueño, ya sé que se trata de algo relacionado con algún problema relevante.

En una ocasión en un sueño, estaba con alguien, momento en el que aparece un león, nos subimos a una valla y pasamos al otro lado de ella,  para evitar ser atacados, pero entonces y como sobrevolando la escena, vi que esa vaya media de largo como un  metro y medio, de modo que no estabamos a salvo del leon, que el animal podría rodear la valla, podriamos estar a salvo subidos a ella, pero era evidente que tarde o temprano, tendriamos que bajar al suelo y enfrentarnos con el animal; es decir, afrontar el problema del que no nos ibamos a poder librar. 

El significado era claro, la solución que había tomado para resolver el problema era inútil y ese era el mensaje que el inconsciente me estaba manifestando; un cambio de actitud y de modo de actuar resolvió felizmente el problema.

Las imágenes oniricas  y la interpretación intuitiva de las cartas del tarot,  no son muy diferentes, conociendo el sentido básico de una carta, podemos especular a partir del sentido de las posiciones del conjunto de cartas; con los sueños, he notado que hay imagenes que el cerebro ha decidido que tienen un sentido,  ese y no otro  es el que tienen, un sentido que identificado nos ayuda a entender lo que el inconsciente nos está queriendo decir o lo que el cerebro en cualquier caso, está pensando.

Hay quienes afirman que el sueño, sus imagenes no tienen un sentido, sino que son una actividad improvisada del cerebro; no lo creo, observo mis sueños y estos tienen generalmente un significado, suelen hacer alusión a situaciones de mi vida, a actitudes que tengo en relación a cosas, etc.


Otra cosa es poder recordarlos con la nitidez necesaria y recordar la narración del sueño, pues a veces solo recuerdo imagenes sin ubicación en la narración onirica.

Me doy cuenta de que muchos sueños son una narración,  pero no podemos entenderla, porque nos perdemos la mayor parte de la historia y solamente en algunas ocasiones, nuestra consciencia está presente mientras el cerebro nos relata su historia; peor aún  es peor para saber el sentido de los sueños, es tenerlos lúcidos, porque entonces nuestra capacidad para interactuar altera la narrativa, aunque el sueño lúcido es maravilloso y si se tiene hay que disfrutarlo.

Algo interesante, es que en ocasiones, podemos saber a que se refiere la narración, justo en el momento de visualizarla, como si la imagen fueran palabras que podemos entender de algíun modo y las imagenes, son la forma que el cerebro proporciona para que podamos acercarnos a la idea que quiere transmitir.

Uno de mis sueños favoritos, lo tuve en Marzo de 2022;   un grito que escuché en el interior de mi cabeza me dijo "despierta" y si, el grito me despertó y senti en mi cuerrpo y mis oidos una vibración intensa. 

Esa misma noche, me estaba viendo a mi mismo a modo de observador, aunque no se parecía a mi, yo sabia que aquel era yo.

Esa persona a la que observaba, estaba en un escritotio, rodeado de imágenes religiosas católicas y una voz de un tercero, me preguntó "¿qué haces ahi?

Es curioso porque en esas fechas más o enos, estaba ya planteándome la necesidad de cambiar de trabajo y el cerebro, buscó la imágenes que creyó más adecuadas,  para decirme que era momento de hacer cambios.






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