viernes, 23 de diciembre de 2022

Arte: Los Embajadores





Uno de mis cuadros favoritos y con el que inicio otra sección de mi Blog, en la que pondré mis obras de arte favoritas.

Este es un cuadro de Hans Holbein el Joven,  (1497-1543).

Se trata de un retrato de de Jean de Dinteville y se supone que el Obispo George de Selve.
Los personajes del cuadro están a los lados,  resaltando los objetos que están en el centro,  de modo que adquieren relevancia.
El cuadro fue encargado por Jean de Dinteville y posee muchos detalles que quizá él quiso que quedaran reflejados, o fue el pintor,  aunque tiene más sentido pensar que fue quien encargó la pintura, el que quiso transmitir con el cuadro un sentido o mensaje simbólico a partir de la exposición de todos esos objetos.
Dinteville lleva una medalla de la Orden de San Miguel, una orden de Caballería fundada en Francia por Luis XI.
El reloj de Sol señala la fecha del 11 de Abril de 1533, dos meses antes de que el Papa excomulgara al Rey Enrique VIII.
Todos los instrumentos científicos nos recuerdan que estamos en el Renacimiento, que todo lo relacionado con la Fe y con la formas de relación entre el hombre y Dios están cambiando.
Como Embajador de Francia en Inglaterra, Dinteville vive de cerca la ruptura de la iglesia anglicana con el vaticano, podemos observar en la esquina izquierda del cuadro a  un Cristo parcialmente oculto,  sugiere la idea de un cristianismo dividido.
En el año 1530, el Emperador Carlos V intentó conseguir que los protestantes y los católicos se pusieran de acuerdo y lograran alcanzar una misma doctrina.
Hay un elemento que hace referencia a esa búsqueda de unidad, es el libro de Himnos Luteranos que figura en el cuadro, escrito por el músico Johann Walter ,  abierto en una partitura. Y la pregunta es ¿Qué hace un himnarioe luterano en el retrato de dos catolicos?. La misión que tenía encomendada Dinteville, era la de intentar evitar la ruptura con el Vaticano,

La idea de la unidad de los cristianos, podría ser una de las motivaciones del cuadro, una unidad posible al amparo del espíritu renacentista que tan presente está en la obra.
La cuerda rota del Laud, simbolizaría que la desunión rompe con la necesaria armonía y hace imposible entonar cánticos, que para que haya música todas las cuerdas son necesarias.

Pinchandoa en este enlace, accederéis a una Web en inglés, que hace una minuciosa descripción del cuadro. Si usáis Google Chrome la cuestión del idioma la resolveréis sin problemas.


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