viernes, 19 de abril de 2024

lilith

Los occidentales hemos desarrollado hacia la idea de libertad, una querencia comprensible y es que la libertad,  es la que permite el desarrollo de ideas y de estilos de vida  acordes a nuestras formas de ser.

Pero hemos también, creado una idea romántica de la rebeldía, propia de la mente adolescente y es que la sociedad occidental, hoy por hoy, parece que se ha instalado en la adolescencia y no quiere ir más allá.

La madurez se considera reaccionaria y lo joven progresista y liberal y así, se venera la eterna juventud.


 

Así, una de las caracteristicas que me parece notar de la sociedad actual, es que quiere rebelarse y no sabe contra qué exactamente, unos contra el capitalismo; otros con ideologías modernas como las relacionadas con la sexualidad o el feminismo y lo politicamente correcto o el medio ambiente...

Las gentes jóvenes parece que padecen de "rebelión compulsiva"; si pudieran rebelarse de manera radical, contra la causa que les ocasiona su problema, encauzarian mejor su objetivo, pero esa casusa se hace dificil de reconocer, porque el propio sistema ha creado multitud de tendencias ideologicas, que hacen imposible el reconocimiento de la causa objetiva. 


Uno de los personajes miticos que van tomando relevancia de un tiempo a esta parte y sobre todo en el movimiento feminista, está siendo Lilith, ese personaje misterioso que según la tradición esoterica hebrea, habría sido la primera mujer creada por Dios.

¿Qué mejor personaje para enfrentarse a un patriarcado imaginario que un personaje de la mitología, que se rebea con Adan, porque se niega a coñular con él, en la postura del "misionero", porque le da la impresión de star sometida por Adan, cuando ambos fueron creados iguales?

 Parece lógico y muy razonable, para eso están los personajes mitologicos después de todo. 

Las narraciones miticas, sirven, podriamos decir,  para construir una idea inmutable y  de fundamento para el desarrollo de un pensamiento o acción dentro de una comunidad; sin embargo esa inmutabilidad no es tal. 

Un mito sirve para explicar la necesidad de un patrón de conducta y de pensamiento, es una narración de tipo sagrado que será la "argamasa" con la que una comunidad creará su identidad y sus justificaciones para intentar mantener esa identidad inmutable a lo largo del tiempo. 

Lo vemos mucho  actualemente en la poítica, sobre todo en los nacionalismos.




¿Pero quién es esa madre de demonios?

El caso es que mucha información acerca de ese personaje no hay y  hay una tal "lilith" en el Antiguo Testamento bíblico (capítulo 34:14 de Isaias), pero solamente en algunas versiones, porque aqui nos encontramos con un problema habitual, a la hora de traducir una palabra cuyo concepto no está del todo claro. 

Hay versiones que traducen la palabra hebrea Lilith como bestia nocturna; otros como lechuza; otros como lamia;  otros traductores no se comprometen y ponen Lilith y que cada uno la interprete como considere.

Por ejemplo, la traducción de la Biblia de Jerusalen, que es la favorita de los católico romanos, dice:

"también allí reposará Lilith"


En la Reina Valera 1960 dice:

"la lechuza también tendrá allí morada"


En la traducción de Casiodoro de Reina (la biblia del oso), dice:

"también la zumacaya reposará allí"


En la Biblia llamada La Palabra, de la sociedad biblica, se vuelve a Lilith y dice:

"allí descansará Lilith"


Entonces Lilith ¿Es alguien o algo?


Lilitth se podría traducir como un tipo de entidad nocturna y con el paso del tiempo, las especlaciones e imaginaciones acerca de esa figura, acabaron convirtiendola en una primera esposa de Adán y figura demoniaca. 

Como no hay una definición clara en la Biblia, algunas  dicen que Lilith es una lechuza, que es un ave nocturna; monstruo nocturno; animal nocturno; una lamia...

Para los babilonios, sería una figura femenina relacionada con la noche y para la tradición judia una referencia a la lujuria; pero como los mitos también evolucionan porque evocuciona el sentido en el que en cada epoca se le dá a la narración, hoy la vemos converida en el simbolo de la libertad femenina en oposición a la dominación masculina y que haya terminado así, nos hace pensar en qué otros sentiod pudo tener el pasado.

Adecuamos el sentido de las narraciones míticas a las necesidades de discurso y paradigmas del momento presente; algo que la humanidad ha hecho siempre a lo largo de la historia.



  

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